Cuando llegas a un peaje es normal que se encuentra mucha gente vendiendo cosas, desde cuchuflis, hasta tortillas, pasando por bebidas congeladas, que si no tienes cuidado te pueden saltar en la cara cuando las abres, ademas de turrones, bombones baratos y chocolates, pero también dentro de toda esta gama de productos para los viajeros que vendedores ambulantes se aprontan a vender aprovechando la oportunidad que da el peaje, podemos encontrar vendedores de alfajores. La gente suele detenerse para pagar, pero muy pocos compra, ya que con el viaje se sabe que vienen los mareos y lo que menos la gente busca es comprar comida, pero también es sabido que si la vendedora es bonita, muchos conductores le compraran por el solo hecho de interactuar con ella, asi es en todo ámbito de la vida, lo bonito vende, pero no entraremos en terreno de marketing, no esta ves, el punto es que en el peaje de Curico se solía ver una atractiva vendedora de alfajores, con una minifalda que no dejaba indiferente a ningún conductor masculino, ella demás de vendedora de alfajores era escort de Curico, pero había dejado el trabajo más viejo del mundo y me refiero al trabajo de acompañante, para incursionar en las ventas de alfajores que ella misma fabricaba, compro maquinas y ella misma hacia la masa, algo que realmente hablaba del espíritu emprendedor de esta mujer. Sin mas la ex escort de Curico se aprontaba a llegar en su flamante camioneta al peaje y pasearse por ahí con toques sensuales para vender sus productos de fabricación casera, los clientes no tardaban en llegar, ya que atraídos por su inconmensurable belleza, buscaban una excusa para hablarle y como dije anteriormente, interactuar con ella, interacción creo es la definición correcta, ya que ellos buscaban mas que hablar, la idea era lograr conocerla, pero nuestra amiga escort lo que lograba era vender muchos alfajores, asi es el marketing, adelante estudios!